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lunes, 12 de septiembre de 2011

En caída libre

Por: Lic. Cristina López*

Hace unos días se publicó el reporte del Índice de Competitividad Global que cada año emite el Foro Económico Mundial. En el reporte, buscan calificar el ambiente de negocios y la competitividad de más de 130 economías alrededor del mundo. El propósito es identificar con qué ventajas e impedimentos cuenta el crecimiento económico nacional.

En El Salvador, los indicadores económicos continúan la tendencia que han venido experimentando en los últimos años: en caída libre. En el reporte 2011-2012, nuestro país se encuentra en la posición 91, de 141 economías analizadas. Con respecto a años pasados hemos caído casi diez posiciones. Como el principal problema que atenta contra nuestra economía se cita el crimen y la delincuencia: dentro del ranking, en los puntos específicos del crimen organizado y el costo del crimen en los negocios, nos llevamos la última posición.

México, con problemas similares de delincuencia, ha experimentado uno de los más grandes avances en el ranking dentro de la región, moviéndose ocho posiciones hacia arriba. Lo anterior no se debe únicamente a la especial protección de la Virgen de Guadalupe: México ha logrado mejoras regulatorias que facilitan el emprendedurismo, reduciendo el número de pasos necesarios y acortando el tiempo requerido para abrir un negocio.

De lo anterior puede concluirse que, si bien el complejo azote del crimen no es un problema que va a solucionarse de la noche a la mañana, sí hay pasos que podrían dar nuestros gobernantes para que no se ahogue por completo la economía nacional. 

A nivel regional, Panamá ya entró al club de las primeras 50 economías en el ranking de competitividad global, gracias a la eficiencia de sus mercados financieros y su destacable dinamismo tecnológico. Ayuda muchísimo a su pujante economía la calidad de su infraestructura portuaria, dato que debería inspirar a nuestros gobernantes para dar los pasos necesarios hacia la activación del Puerto de La Unión, triste monumento a la negligencia gubernamental y al poco interés de nuestros populistas de turno en beneficiar realmente a la población. Honduras ha presentado una leve mejoría, y junto con Guatemala ha dejado atrás en el ranking a El Salvador, posiblemente gracias a la imagen que se ha esforzado en forjar el gobierno de Honduras, de apertura a la inversión extranjera y de políticas de respeto al sector privado.

Políticos que se autodenominan “pragmáticos”, probablemente pondrán poca atención a las calificaciones del Índice de Competitividad Global, a pesar de que son directamente calificaciones de su desempeño y el reflejo de su interés en el desarrollo de la economía nacional. Algunos dirán que “de números y porcentajes no come la gente”, y sin embargo, son los factores que hacen que estos números y porcentajes caigan en picada los causantes de que haya hambre o desempleo. Muchos dirán que nada puede hacerse al respecto del tema de seguridad debido a la falta de recursos, mientras hipócritamente se despilfarra en temas no prioritarios y populistas. 

Y mientras tanto, los índices continuarán cayendo, reflejando la economía y las posibilidades de desarrollo de nuestro país, de las que tristemente, sí come la gente.

*Columna publicada en El Diario de Hoy, edición 11 de septiembre de 2011.

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