Por Lic. Carlos A. Guzman*
Normalmente
nos quejamos de la corrupción judicial, de la ineficiente lucha contra la
delincuencia y el narcotráfico, de las huelgas de los sindicalistas, y en
general, de que la justicia es un privilegio de pocos en lugar de ser un
servicio para todos. Entonces, este es el momento para transformar estos
reclamos en acciones propositivas, puesto que estamos a la puertas de las
elecciones judiciales. Desde 1997, cada tres años se eligen cinco abogados por
un período de nueve años para que sean magistrados de la Corte Suprema de
Justicia (CSJ), y en 2012 corresponden nuevas elecciones.
El proceso
de elección es una novedad teórica latinoamericana que combina la participación
ciudadana con la excelencia profesional. Se encuentra conformado por tres
grandes etapas: a) votación popular: los abogados están llamados a votar para
elegir a 15 candidatos, propuestos por asociaciones de abogados; b) selección
del Consejo Nacional de la Judicatura de 15 candidatos; y c) elección por la
Asamblea Legislativa de cinco magistrados titulares y cinco suplentes, de los
30 candidatos propuestos.
La votación
popular se encuentra limitada a los abogados, los únicos habilitados para votar
por los candidatos a magistrados. De manera que el primer paso para contar con
magistrados honestos, capaces e independientes es evaluar a los 43 abogados
propuestos por las asociaciones de abogados y, el 11 de febrero, ir a votar o
invitar a los amigos abogados (en el caso del resto de personas) por aquellos
que reúnan estos requisitos y lo hayan demostrado a lo largo de su carrera
profesional y académica.
Cabe
destacar que existen varios estudios que señalan las virtudes y los defectos de
este proceso, uno de ellos es el “Estudio del proceso de selección de
magistrados de la CSJ”. Algunas de sus recomendaciones han sido retomadas por
la Asamblea, mediante la reforma transitoria a la Ley del Consejo Nacional de
la Judicatura que generará mayor transparencia en la votación popular; sin
embargo, quedan reformas pendientes: realizar entrevistas públicas de los
candidatos, permitir la participación de la sociedad civil, entre otras. Sobre
esto último, se ha conformado la “Red para la Independencia Judicial”,
integrada por FUSADES, CREO, ADESA, ANEP y varias universidades, además de
otras organizaciones, para promover conciencia sobre la importancia de
garantizar la elección de magistrados intachables, idóneos, independientes y
capaces.
Los retos
son grandes y existen numerosas variables desfavorables en torno a este proceso
de elección de magistrados (la peligrosa tendencia de los partidos políticos y
grupos de interés lícitos e ilícitos de cooptar candidatos, y las experiencias
negativas de nepotismo y corrupción); sin embargo, existen herramientas para
que los ciudadanos ejerzamos un rol de auditoría social y para incentivar a
todos los profesionales del derecho a que participen en las elecciones mediante
el voto razonado y debidamente justificado para elegir magistrados que reúnan
requisitos morales y constitucionales.
Entonces, si deseas mejores jueces no te
quedes sentado e infórmate a través de noticias o sitios web como
www.observatoriojudicial.org. Demanda a tus diputados la elección de mejores
jueces e involúcrate en la vida nacional.
* Presidente de ADESA 2011-2012. Publicado en La Prensa Gráfica, edición 22 de enero de 2012.
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